El abejaruco, de vistoso plumaje, de cola larga, redondo, abundante en la península Ibérica y en el norte de África. Su tamaño es generalmente de 25 a 29 cm de largo, y una envergadura alar de entre 36 y 40 centímetros. Pesa entre 50 y 70 gramos. Es un ave gregaria y sociable, es habitual encontrar sus bandadas sobre los hilos telefónicos y eléctricos de las villas y pueblos, rara vez en el suelo. Posee un vuelo acrobático, con aleteos rápidos y planeos. Ave inconfundible por la multitud de colores que presenta: pecho azul, vientre verdoso, cabeza canela, cuello amarillo y la lista negra que adorna su ojo, pico típico de insectívoro, largo, fino y algo curvo. Nidifica en los taludes del curso medio de los ríos y muy comúnmente en los taludes y terraplenes de las carreteras. Perfora un agujero en la pendiente, de trayectoria oblicua de unos 20-30 grados respecto de la horizontal, que puede llegar a los 2 metros de longitud. Al final de dicho agujero acondiciona una pequeña cámara donde pone de 4 a 6 huevos blancos directamente en el suelo y que incuba entre 19 y 21 días.
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